Kaneki, un pibe más pacato que tu primo que nunca sale de la casa, se mete en un lío tremendo cuando una cita se vuelve trampa mortal y termina convertido en ghoul —una criatura que se alimenta de humanos porque no sabe de dietas saludables—. Ahora debe lidiar con su nueva vida: entre ser humano y monstruo, con hambre constante y una ciudad que no te perdona ni en Halloween. La posta es que la vida de ghoul es un combo de sufrir, pelear y hacerse amigo de tipos con más problemas que el tráfico limeño en hora punta.

Entre peleas sangrientas, política de bandas de ghouls y el siempre presente dilema de “¿seré bueno o malo?”, Kaneki se transforma no solo físicamente sino en un tipo que sabe que la única forma de sobrevivir es volverse más duro que el cemento de la Panamericana. Ah, y por si fuera poco, este anime tiene más giros que el Metropolitano cuando se tranca, dejándote con la boca abierta y el cerebro frito.